Monday, April 04, 2011

Ir al cine solo...

Ir al cine solo…
Paco Espinoza

Ir al cine solo, es decir sin acompañante femenina, es un discurso magnánimo al fracaso. De seguro así lo piensan todas las parejitas que me acompañan en el lento camino a la taquilla. Me apresuro a tomar la mano de mi sombra y la acerco junto a mí, con ese jaloneo que se merece quien prefiere estar en otro sitio pero no se lo permitimos. Con boleto en mano me alejo de aquella fila donde evito contacto visual, prefiero no alentar ilusión alguna de interpretar aquella Noche de los feos que escribiera cierto uruguayo.

Al acercarme a la sala, por lo general encuentro a alguien del trabajo con una entusiasta vida social que se sorprende hasta el escarnio de verme incluso sin palomitas. ¿A poco vienes solo? Me pregunta con esa sonrisa que exprime los parpados de una mirada condescendiente hasta la hipocresía.

Afortunadamente cuento con una especie de reputación como cinéfilo y puedo evadir el acto de fe en esta inquisición de relaciones interpersonales. Alego que es algo común en mí porque acostumbro películas “independientes”, pero no comprenden el término y les comento que son películas “poco comerciales”, lo cual crea mayor confusión y por tanto tengo que decirles que me refiero a las películas de arte, confiando en que les suene a “harte”. Después de malgastar saliva y perderme los avances antes de la película, disminuyen las increpaciones y aprovecho cualquier excusa fortuita para entrar a la sala con el filme de trama sugerentemente contestataria. Busco el rincón más oscuro, pues por lo menos le debo a mi sombra un lugar agradable para que haga mofa de la situación.

Y juntos, yo, mi sombra y tanta soledad, de improviso escuchamos pasar entre luz y butaca, el pegajoso caminar de aquel cuadrúpedo siamés unido por los labios al que tanto envidio y por el que he terminado nuevamente en otra fila, esta vez frecuentada por padres abrumados o solitarios hasta el desahucio que prefirieron tramitar una membresía para rentar un poco de compañía.


4 comments:

J.M Mariscal said...

Buen relato me gustó, pero no cabe duda de que si vas hecho un "cuadrúpedo siamés unido por los labios" disfrutas mucho... pero no la película.

J.M Mariscal said...

Pd. Hay veces que si es preferible ir solo, todo depende de la película.

Fco. Javier Espinoza said...

totalmente de acuerdo con tus dos comentarios jejeje

Vanyvalu said...

:)